Módulo 4 –
Comunicación intercultural: creencias, valores y actitudes en la enseñanza del
español
Haciendo referencia a la antropología cognitiva, a la
sociología y a la psicología cultural, podemos considerar la cultura como un
set, que tiene una base cognitiva (incorporada en cada uno para poderla
manejar), una base social (difundida inter-socialmente) y una base
comunicativa.
De la unión de estos tres elementos: cultura,
aprendizaje y comunicación, nace y se desarrolla la comunicación intercultural,
a través de la lengua, que es la pieza clave que los reúne.
Partiendo de la definición de cultura como de una
manera de ver e interpretar al mundo, y del hecho de que vivimos en un entorno
social (según P. Freire “el ser humano
solo tiene sentido en la comunicación”), nuestra identidad es
pluricultural, porque tiene que adaptarse a diferentes situaciones, por eso es
imprescindible construir la interculturalidad en el aula de ELE.
En primer lugar es necesario crear una cultura
compartida en el pequeño grupo de la clase, a través de la construcción de
situaciones que favorezcan el respeto, la empatía, la consciencia, la
reflexión, el dialogo, la acción. Esto significa formar una comunidad de
aprendizaje, que posee una micro-cultura, donde los significados son
compartidos.
Por esta razón no se puede hacer coincidir el término
cultura con el de nación, para no generar conocimientos estereotipados.
Esta comunidad de aprendizaje podrá desarrollarse:
ü
Dentro del
aula, a través de estrategias de interacción, como el aprendizaje cooperativo,
para adquirir eficazmente un aprendizaje de lenguas intercultural y el sentido
de interdependencia positiva, contra el individualismo y la competitividad.
ü
Fuera del
aula, saliendo de ella para aproximarse a la vida de la calle, investigando el
entorno real, social y natural, a través del aprendizaje servicio, donde los
aprendices crean y desarrollan proyectos
de solidaridad abiertos a las necesidades del territorio, llevándolos a cabo no
a pesar de, sino a través de las
asignaturas, como por ejemplo la creación de artefactos, clubs de lectura,
experiencias de formación, etc.
ü
Nuevamente
dentro del aula, creando y recreando una verdadera comunidad de aprendizaje
abierta, incorporando otros agentes, como ciudadanos, personas externas, etc.,
hasta la adquisición de una competencia intercultural, que va más allá del aula
y se convierte en una competencia útil para crecer como personas y construir un
mundo mejor.
Naturalmente para alcanzar esa meta, es necesario
crear un set de significaciones compartidas, para poder comunicar y una
conciencia cultural entorno a la lengua meta. Por eso se trabajará la
comprensión, la tolerancia, la aceptación a través del valor de la negociación.
Regresamos así a la importancia de trabajar las
dinámicas de grupo para que los alumnos encuentren en la diversidad un
enriquecimiento, por eso será necesario crear un entorno positivo, al que ellos
quieran pertenecer.
Concretamente será necesario trabajar creando
agrupación, haciendo uso de realia, para recrear y simular una comunidad de
habla, o trabajar con la imaginación. Como profesores de español no podemos no
tener en consideración el hecho de que dentro de este idioma tenemos diferentes
comunidades de habla.
Una de las riquezas y un punto de
fuerza del castellano es su gran variedad que se expresa en los acentos, en los modos de nombrar, en las particularidades
y preferencias en la conjugación de los verbos, en la riqueza cultural y en
tantas otras cosas .Es precisamente esa variedad que hace del español una
lengua compleja. Por tal motivo, resulta vital contemplar esa diversidad y
familiarizar al estudiante con esta en la clase de ELE.
Esta es una oportunidad potente para que entren en
contacto con esas variedades, y, a partir de textos e imágenes, con
simulaciones y trabajo con role-play, exponer
a nuestros alumnos a esas diversidades enriquecedoras. El objetivo es
establecer puentes, reflexionar, debatir y dialogar sobre la alteridad y sobre
los comportamientos humanos. El profesor pero debe estar atento a cómo trabajar
ciertos temas sensibles, partiendo siempre de una posición de respeto hacia los
valores intangibles y enseñando la tolerancia.
Pasando por la aculturación y asimilación de elementos
de las demás culturas, y la relativización de la cultura de origen, se llega al
plurilingüismo y a la pluriculturalidad, que se puede comparar a un
caleidoscopio, o sea la conciencia de que nuestra identidad es compleja por
estar compuesta por una miríada de elementos.
Cuanto más tomamos conciencia de que cada uno de nosotros es un
caleidoscopio de identidades, más descubrimos que se amplían nuestros campos de
intereses, más crece nuestro universo de identidades.
Por eso los profesores de ELE, trabajando valores,
como la tolerancia, la solidaridad, la empatía, etc., a través de actividades
de descubrimiento y de producción original, de manera implícita o explícita
enseñamos ciudadanía, o mejor dicho, no somos solo docentes, somos educadores.
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