Modulo 2 – El
poder de la imagen
Es indudable la importancia que tiene la imagen en
nuestra vida, aún más en esta época en la que las generaciones más recientes
están tan acostumbradas a la fruición de imágenes que a veces no son capaces de
procesarlas críticamente, “beben” literalmente las imágenes sin digerirlas,
pensando que todo se para ahí, sin ir más allá de lo que parecen, simples e
inocuas imágenes. En cambio la imagen tiene en sí un poder inmenso que bien
conocen por ejemplo los publicitarios. Consiguen cambiar las categorías
mentales, sin que uno se dé cuenta.
Entonces, ¿qué uso tenemos que hacer en el aula de las
imágenes? ¿Tenemos que transformarnos nosotros los profesores en magos de la
imagen, para capturar la atención de nuestros alumnos, a lo mejor sin conseguirlo, como en la viñeta?
¿Utilizamos la imagen solo como pedestal a la palabra, que queda nuestra principal
arma de enseñanza? ¿O hay algo más?
Estamos todos de acuerdo que una imagen vale más que
mil palabras. Una imagen tiene la capacidad de
“resumir instantáneamente lo que a un texto o a un profesor puede llevar
horas explicar”, y aún más en nuestra época en la que, gracias a la tecnología
digital, disponemos de un gran número de imágenes de toda clase para
utilizarlas en el aula.
Ben Goldstein distingue cuatro diferentes usos que
podemos hacer de la imagen, desde el más tradicional como ayuda para adquirir
una estructura gramatical o un elemento léxico, a la práctica de las cuatro
destrezas (comprensión escrita y auditiva, producción escrita e interacción
oral, aunque existe también una quinta destreza, o sea la del pensamiento),
como elemento para animar la discusión o un debate, y por último como recurso
en sí, o sea como fuente de información.
La misma imagen
puede ser explotada a diferentes niveles, y los últimos, más desafiantes, no
excluyen los anteriores, aunque el objetivo principal es fomentar el
pensamiento crítico y la conciencia intercultural y no la adquisición de reglas
gramaticales o de léxico.
Particularmente interesante me parece el cuarto uso
que se puede hacer de una imagen, o sea como recurso en sí mismo: en este caso
la imagen es el contenido, es input. De esta manera el aprendiz se ve
obligado a hacer inferencias, a deducir, a hacer hipótesis, suposiciones, sobre
todo cuando el profesor manipula y/o subvierte la imagen para enfatizar algo,
que contrariamente se daría por descontado, hasta puede convertirse en un
trampolín hacia otras tareas.
El uso de la imagen, de cualquier origen (dibujo, mapa
geográfico, foto, vídeo, icono, símbolo, cuadro, imagen mental, mapa mental,
etc.) es imprescindible en el aula y tiene una función pedagógica fundamental.
En conclusión querría poner de relieve algunas ideas
retadoras para mí y que trato de poner en práctica en mi actividad docente.
La primera es la alfabetización visual, es
decir la capacidad de describir una imagen, interpretarla/codificarla,
construirla como respuesta. Este es el objetivo de la Media Education. En este
sentido el docente, a través del uso que hace de las imágenes en sus clases,
ayuda al aprendiz a adquirir esta capacidad, que me parece imprescindible poseer
hoy en día para saber leer la realidad
que nos rodea.
La segunda idea para mí innovadora es la de involucrar
el alumnado , hacerlos protagonistas, haciéndoles traer a clase sus imágenes y
sus vídeos de su vida diaria, y con ellos
abrir el debate sobre el mensaje transmitido, decidir en qué contexto se
podrían utilizar, qué texto podrían acompañar, etc., todo esto con el objetivo
de crear una mente crítica, de fomentar la curiosidad y el pensamiento independiente;
al contrario dejar la mayoría de las herramientas digitales, que no presuponen
una participación activa, para el autoaprendizaje.
La tercera idea es el poder que tiene la imagen mental:
desde los organizadores gráficos, de los que nos hablaba Analí Fernández en la
fase de la conceptualización del enfoque comunicativo experiencial, como
recurso para organizar historias, distinguir entre hechos y opiniones y
construir conceptos, hasta los mapas mentales, para organizar ideas, conceptos,
temas, hechos, etc., para llegar a la imagen mental, que nos ayuda a organizar
nuestro pensamiento y a construir nuestras categorías mentales, hasta influir
sobre nuestro comportamiento y sobre nuestras relaciones con los demás.
Cuando
nos construimos imágenes mentales negativas, los que se llaman pensamientos
saboteadores, tan poderosos que influyen en nuestros sentimientos y
convencimientos al punto de creer que una situación es imposible de cambiar, trabajar
sobre estas imágenes mentales negativas originadas a menudo de palabras o
situaciones problemáticas, bien a través de foros o debates, nos ayuda a comprender que esa imagen que nos evoca
pensamientos negativos se puede cambiar con otra positiva o menos negativa, ¡hasta mejorar la calidad de nuestra vida!
Este uso tan innovador con respecto al
uso de la imagen que hacemos normalmente en nuestras clases, desarrolla muy
bien el objetivo de la imagen como recurso en sí mismo.
Este es el poder de la imagen: la de cambiar en
positivo nuestro pensamiento, de hacerlo divergente, de no pararse al por qué,
sino de ir más allá preguntándose en cambio por qué no. Es otra manera de
ampliar no solo los conocimientos sino también las perspectivas.
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ResponderEliminarHola Rosa Carmen,
EliminarQué bello tu blog y la manera tan dinámica en la que das cuenta de todo lo visto en cada módulo.
Me ha gustado mucho las imagenes que has empleado en cada módulo, pues son muy acordes a los textos y enriquecen ada tema.
Te felicito es excelente el trabajo que has realizado, es muy profesional.
Exitos y grandes logros en tu labor docente y en tu vida personal.
Hasta pronto,
Gracias María Elena por tus palabras! Estoy contenta que te guste mi blog.
EliminarSaludos