jueves, 25 de junio de 2015

Conclusiones

En este largo recorrido del PDP he podido conocer y profundizar algunos temas importantes para mejorar mi actividad de profesora de ELE. He aprendido mucho, tanto de los ponentes, muy preparados y motivadores, como de los compañeros de todo el mundo, que me han enriquecido con su experiencia y sabiduría.
¿Qué queda de todo esto? La conciencia de que nunca se termina de aprender y que  siempre se puede mejorar, si uno quiere. Los problemas son muchos, y, como se dice en Italia, “tra il dire e il fare c’è di mezzo il mare” (entre el decir y el hacer está en medio el mar). Pero me parece que tengo un punto de partida que reúne todo lo dicho y debatido, y es el amor por nuestra profesión, y aún más por nuestros alumnos, que nos lleva a hacer lo mejor que podamos cada día, cada vez que entramos en el aula.
Para ir al concreto, a través de los módulos estudiados - el enfoque comunicativo experiencial, el uso de la imagen, la motivación del alumnado de español, la comunicación intercultural, la gamificación y el flipped learning, las tareas gramaticales en un enfoque comunicativo experiencial, lo colaborativo en la clase comunicativa - he llegado una vez más a la conciencia de la importancia de un proceso de enseñanza-aprendizaje de ELE centrado en el alumno. Todas las aportaciones van hacia esa meta, aunque desde perspectivas diferentes. Aplicarlas a lo mejor será difícil y complicado, debido a la realidad problemática presente en nuestras escuelas, pero son como la estrella polar que indica e ilumina el camino.
Espero que tengamos la posibilidad de mantenernos en contacto, de poder continuar a compartir dudas, logros, experiencias, o por lo menos una palabra de estímulo, que nos anime en nuestro trabajo, como ha ocurrido en estos meses, cada vez que veía que alguien de los pedeperos había respondido a una de mis intervenciones o la había calificado.
Querría dejaros como regalo un fragmento de la película argentina “El secreto de sus ojos”, en el que se afirma de manera inequivocable lo que nos empuja a seguir adelante en la vida y en nuestra profesión: la pasión. Esa pasión que queremos transmitir a nuestros alumnos.

¡No se puede cambiar de pasión
Módulo 7 -  Lo colaborativo en la clase comunicativa

La diferencia entre motivación intrínseca y extrínseca es que la primera se refiere a hacer algo porque es interesante de manera inherente, o disfrutable, mientras la segunda se refiere a hacer algo porque conduce a un resultado tangible.
Según la investigación, las personas a las que se les ofrece un premio están menos dispuestos a explorar ideas, pensar de manera creativa o correr riesgos, de consecuencia tienden a escoger la tarea más fácil posible. Al contrario, en ausencia de recompensas, las personas se inclinan a elegir tareas que están más allá de sus niveles reales de competencia, porque se mueven a actuar por la diversión o el reto que implica más que por competir con los demás, o por presiones o recompensas.
Jerome Bruner describe la disposición a aprender como algo intrínseco, algo que nos sirve como estímulo y recompensa  a la vez. Mientras esa disposición a aprender es algo innato, la escuela normalmente contribuye a que falle la captación de esa energía natural que sustenta el aprendizaje espontáneo.
Por eso es necesario crear un ambiente de aprendizaje activo que motive de manera intrínseca a nuestros alumnos. En particular el aprendizaje de cualquier lengua es una experiencia individual altamente dependiente de la interacción con otros. Por eso en el diseño de una clase hay que tener en consideración la percepción que el alumno tiene de sí mismo, su interacción, sus resultados, su comportamiento y el logro de los objetivos, mediante la construcción de un sentido de pertenencia, que facilita la comunicación y la colaboración y estimula oportunidades de aprendizaje activo, que a su vez proporciona la base social que da lugar a la motivación intrínseca.
Por el contrario podemos fácilmente comprender cómo la estigmatización social tenga un impacto fuertemente negativo sobre todo en los adolescentes, dado que la influencia social juega un papel determinante en la construcción de su identidad, y por consecuencia en la motivación.
Un entorno bien diseñado que facilita lo colaborativo, lo comunicativo y el aprendizaje activo crea un sentido de confianza, seguridad y amistad. Cada alumno aprende a comunicar y compartir con sus compañeros, sintiéndose parte esencial de un grupo, de una comunidad de aprendizaje.
En este escenario el profesor tiene el papel de facilitador del aprendizaje, que ofrece a sus alumnos la oportunidad de practicar en grupo una habilidad antes de actuarla él solo. De esta manera cada alumno tienen la posibilidad de preguntar y responder en el grupo, mientras los más débiles se implican, realizan la práctica y, cuando se les requiere, están mucho más preparados para actuar, o sea que, cuando el profesor les pregunta, todos tendrán la confianza para responder porque ya han practicado.
Además, la práctica antes de la actuación desempeña otro papel, porque al momento de responder, la responsabilidad de la respuesta no es solo de quien está respondiendo en ese momento, sino de todo el grupo, los eventuales errores pertenecen al trabajo entre compañeros en el grupo, no son individuales y dejan de ser un problema. Finalmente, a través de la práctica antes de la actuación, los alumnos esperan poder preguntar y recibir información para compartir con los demás. Cuando los alumnos se acostumbran a superar los retos satisfactoriamente, su motivación llega a ser intrínseca. 
El profesor facilitador del aprendizaje crea actividades que pueden desarrollarse  una tras otra, incluyendo diferentes habilidades y tratando el mismo tema de diferentes puntos de vista. Al mismo tiempo organiza la clase en grupos, cambiando la disposición de los pupitres, para facilitar la colaboración y la comunicación, y para asegurar la tutoría y el apoyo entre compañeros (peer tutoring).
Inevitablemente a este punto los alumnos más preparados de dan cuenta de que están con alumnos que lo están menos. La respuesta de profesor les ayuda a comprender que la mejor manera de aprender y retener la información es enseñar a otros, obteniendo un conocimiento mucho mayor y los compañeros un nivel mejor de aprendizaje gracias a ellos. A menudo, después de trabajar de forma colaborativa, los alumnos más preparados cuentan con orgullo los progresos de sus compañeros. Los colaboradores aumentan su autoestima y eso estimula la motivación intrínseca.
El la clase colaborativa y comunicativa, el profesor que crea diferentes actividades de aprendizaje activo centradas en el alumno tiene menos problemas conductuales. Debido a la implicación de los alumnos, el profesor dispone de tiempo para pasear por el aula, entre los alumnos, de avaluar, apoyar, animar y preparar el siguiente paso. Una vez formados como estudiantes colaborativos, conlleva poco esfuerzo ampliar una actividad, ¡incluso cuando en algunos momentos los medios tecnológicos que utilizamos dejan de funcionar!

Según la encuesta Gallup, al pensar sobre su vida en una escala de 0-10, donde 0 sería la peor vida posible y 10 la mejor, los profesores dieron una calificación mucho más alta a sus vidas que las que obtuvieron las otras profesiones encuestadas, excepto los médicos, porque “emplean todas sus fuerzas y hacen las cosas lo mejor que saben” en su trabajo, cada día. ¿Por qué no puede ser lo mismo para nuestros alumnos?
Módulo 6 – Tareas gramaticales: reflexión y prácticas en un enfoque comunicativo experiencial

A pesar de que, para mantener el enfoque en la comunicación, parece imprescindible que el alumno aprenda la gramática indirectamente a través de la exposición a la segunda lengua, numerosos trabajos de investigación confirman la superioridad en el rendimiento de los aprendices que reciben instrucción gramatical de manera directa.
Es indudable que para aprender algo en una lengua, es necesario haberlo apercibido, y en este proceso un papel muy importante lo tiene la atención, que ayuda al aprendiz a fijar ese elemento nuevo en la representación mental que él tiene de la lengua. Además es muy difícil apercibir cierto elementos lingüísticos por ser poco conocidos, y, como estos elementos no comprometen la comprensión y la comunicación, corren el riesgo de pasar desapercibidos por el aprendiz.
Entonces es recomendable un tratamiento más explícito de la gramática. Una manera sería practicar las estructuras como elemento esencial para completar una tarea o actividad comunicativa. Este tipo de práctica, conocida como task-essential practice ayuda a despertar el nivel de apercepción, siempre y cuando el aprendiz esté motivado a completar la actividad. Aprendiendo de manera inductiva, el aprendiz infiere las reglas gramaticales y al mismo tiempo se mantiene el enfoque en la comunicación sin la necesidad para el profesor de proveer esas reglas de manera explícita.
Sin embargo, cuando las estructuras gramaticales son más complejas, la provisión de las reglas gramaticales resulta más beneficiosa que la task-essential practice.
Es importante destacar que la gramática que enseñamos debe ser funcional, es decir, que nuestra primera motivación debe ser conocer qué aspectos frecuentes y necesarios de la lengua no aprenderían si no se los enseñamos. Además deberíamos priorizar aquellas estructuras que los alumnos no sean capaces de aprender sin nuestra ayuda, o sea estructuras regidas por reglas categóricas y claras. Por eso la primera cosa de tener en cuenta es recordar siempre de aplicar nuestro sentido común.
Hay que tener en cuenta por una parte que el alumno no va a comprender, recordar y aplicar una regla simplemente porque el profesor se la explicó. Solo la práctica extensiva y variada puede ayudar a adquirir la habilidad de comunicar en una segunda lengua.
Por otra parte, no se puede practicar lo que todavía no se ha aprendido, por tanto, antes de comenzar a corregir errores tenemos que asegurarnos que el alumno tiene un conocimiento de cómo funciona el elemento lingüístico sobre el que hemos hecho la corrección.
En la corrección de errores debemos dar prioridad a los elementos de gramática más funcionales y frecuentes, asimismo tenemos que corregir los errores más perjudiciales para la comunicación, que tengan mayor probabilidad de repetirse, y cuya corrección comprometa en la menor  medida posible la interacción y la comprensión por parte del alumno.
La relación entre alumno y profesor se puede comparar con la del atleta y su entrenador. Por eso el profesor debe tener en consideración sus características, en particular su aptitud lingüística, así, los alumnos más fuertes necesitarán menos explicación previa, al contrario de los más débiles, mientras en el momento de la corrección de errores, la explicación explícita solo será útil para los alumnos más capaces.
A propósito de encender y mantener la motivación en nuestros alumnos, en el módulo 3, la profesora M.C. Fonseca Mora  indicaba como uno de los puntos clave  de tener en consideración propio la aptitud lingüística, o sea las habilidades requeridas para comunicar en un idioma, la habilidad auditiva, la habilidad lingüística y la memoria verbal, en particular afirmaba que el profesor puede mejorar en su alumnado la memoria verbal y la habilidad auditiva a través de actividades diseñadas para ese objetivo.
Por último, me parece muy importante, a la hora de introducir una nueva regla gramatical, tener en cuenta sobre todo dos factores: el primero es partir de la comparación entre la lengua materna y la segunda lengua, que en este caso es el español. Partiendo de las similitudes y las diferencias entre una y otra, el aprendiz se forma una estructura lingüística que lo ayuda a reforzar esa regla que está aprendiendo. Claro está que si tiene lagunas o dudas en la lengua materna, tendrá más problemas, pero puede ser esta también una manera para tomar mayor conciencia de las estructuras gramaticales de su propia lengua. Se puede comparar la lengua extranjera, en este caso el español, además que con la lengua materna, también con otras lenguas extranjeras que los estudiantes estén aprendiendo o que ya conocen. La comparación o el contraste con otras lenguas extranjeras, además de incentivar la reflexión, incrementa la motivación de los estudiantes, da un sentido a su aprendizaje al ver las conexiones o las diferencias que hay entre las lenguas. 

El otro elemento que me parece imprescindible es la manera de explicar la regla. A mi parecer un buen docente tiene que dar una explicación clara, añadiendo esquemas, ejemplos, ejercicios, hasta que la regla no quede bien asimilada por el aprendiz. Es importante también una gradualidad en la explicación, agregar más información poco a poco, para no confundir con demasiados imputs. El objetivo es ayudar a los alumnos a reflexionar sobre los mecanismos de la lengua, hasta que el proceso se convierta en algo automático. Todo esto nos lleva al hecho de que para enseñar la gramática se necesita tiempo y adaptarse a los ritmos de aprendizaje de los alumnos.
Módulo 5 – Gamificación y flipped learning

Una definición de la palabra “gamificación” sería “el empleo de elementos y del pensamiento del juego en contexto de no juego”.
 ¿Por qué hablar de gamificación cuando el juego y sus elementos se han utilizado desde siempre en el ámbito escolar como actividad de aprendizaje? ¿Qué ha cambiado? ¿Cuál es la novedad?
Ha cambiado el medio, de los juegos tradicionales y analógicos hemos pasado a los videogames y a los juegos digitales, sin embargo el objetivo queda el mismo: implicar a los alumnos, mediante la diversión y el entretenimiento, para que aprendan, o sea que el juego es un medio para acceder al contenido.
Pero hay algo más y se da cuando una actividad de aprendizaje es gamificada, o sea condimentada con el espíritu del juego, y así regresamos al significado que hemos dado de gamificación, es decir utilizar los mecanismos del juego aplicándolos a un contexto de no-juego, y a sus objetivos:
ü  Influir en el comportamiento de las personas;
ü  Producir y crear experiencias y sentimientos de dominio y autonomía en las personas, dando lugar a un considerable cambio del comportamiento en estas.
En la construcción de una actividad gamificada, hay que tener en cuenta varios elementos: dinámicas (limitaciones, emociones, narración, progresión, relaciones, …), mecánicas (retos, competición, cooperación, feedback, recompensas, …) y componentes (logros, niveles, avatares, rankings, puntos, …), que, utilizadas de manera adecuada, pueden capturar la atención del alumno e implicarlo en dicha actividad, haciéndole experimentar aquel estado de flujo,  gracias al cual es capaz de mantener viva su atención por toda la duración de la tarea, haciendo todos los esfuerzos posibles para llevarla a cabo, produciendo en él satisfacción y placer, al punto que llega a probar una sensación de suspensión temporal (“Ha pasado el tiempo y no nos hemos dado cuenta”).
A través de la actividad gamificada se pueden estimular algunos factores como:
ü  la dependencia positiva: retos o desafíos.
ü  La curiosidad y el aprendizaje experiencial: la narración.
ü  Protección de la autoimagen y motivación: avatar.
ü  Sentido de competencia: puntuaciones y tablas de resultados.
ü  Autonomía: barras de progreso y logros.
ü  Tolerancia al error: el pensamiento del juego y el feedback inmediato.
Indudablemente la tecnología es importante en la gamificación porque da la posibilidad de ampliar y prolongar espacios de aprendizaje y llevar el acceso a los contenidos más allá del aula. Además hay que considerar que el uso de la tecnología acerca el contenido al mundo de los estudiantes, ya que están acostumbrados a consumir y a construir contenidos digitales. Solo es necesario prestar atención al tipo de contenidos que se proporcionan y que se pide que produzcan, de manera que se puedan automatizar esos procesos que hacen tan atractiva la gamificación, como por ejemplo la asignación de emblemas, puntos, bienes virtuales, cambios de nivel, etc.

La tecnología como aliado de una enseñanza más centrada en el alumno, según una perspectiva más comunicativa y experiencial, está a la base del Flipped Learning, o modelo de aprendizaje al revés.
Este enfoque se concretiza en el Flipped Classroom o Clase Inversa. Claro está que esta no es una técnica infalible, si pensamos que los estudiantes se puedan sentir más motivados solo porque utilizan la tecnología.
Para que haya Flipped Learning es necesario aplicar los principales pilares que están a la base de este modelo:
ü  Ambiente flexible (Flexible environment): los estudiantes amplían el espacio de estudio fuera del aula y eligen cuándo y dónde aprenden.
ü  Cultura de aprendizaje (Learning culture): los estudiantes participan activamente en la adquisición de conocimiento. El tiempo de clase se usa para explorar los temas con más profundidad, consultar las dudas y realizar actividades junto a los compañeros y al profesor.
ü  Contenido intencional (Intentional content): los docentes evalúan lo que van a necesitar para enseñar y los materiales que deben explorar los estudiantes por su cuenta.
ü  Educadores profesionales (Professional educators): los profesores observan a sus alumnos de forma continuada, cubriendo la demanda de información que se produce en cada momento. Esto provoca en los docentes una reflexión sobre su práctica y una mayor flexibilidad a las nuevas dinámicas de aula.
Entonces, ¿qué significa invertir la clase de ELE?
El profesor tiene que proporcionar a sus estudiantes una serie de materiales y actividades digitales que les ayuden a preparar de forma autónoma  todo lo que necesitan para la interacción y la discusión en la clase presencial. Por eso este enfoque se encuentra dentro del marco del Blended Learning o aprendizaje mixto, una técnica que combina sesiones y  contenidos convencionales con otros fuera del aula a través de contenidos digitales que sirven de preparación. Concretamente la clase empieza fuera del aula, mientras que los “deberes para casa” se trabajan en clase.
Es importante destacar que trabajo autónomo no significa trabajo individual,  porque la autonomía tiene que ver con la relación con los demás y con la responsabilidad personal, dado que cada uno tiene un papel activo para el conseguimiento de su aprendizaje, mientras que el profesor puede dedicar más tiempo de manera personalizada a sus alumnos, dado que la clase magistral, a la que el profesor dedicaba la mayor parte del tiempo, ya no es necesaria.
 Este modelo pedagógico del Flipped Learning es un modelo integrador y flexible, cuyo éxito reside en la combinación adecuada de recursos y metodologías. Por tanto se puede aplicar cuando sea necesario para dar un aporte didáctico y motivacional a los alumnos, según sus necesidades concretas.
Se pueden aplicar muchos recursos tecnológicos para invertir la clase, como, por ejemplo, vídeos en forma de tutorial, artículos, audios o cuestionarios interactivos, pero lo más importante es utilizar un recurso solo si se adapta a nuestros objetivos pedagógicos y lingüísticos. Consecuentemente es importante prestar especial atención al diseño de los contenidos, que tienen que presentarse de forma que los estudiantes puedan acceder fácilmente a él, de un modo estructurado e intuitivo.
Para integrar todos esos recursos, sería útil el uso de una plataforma de gestión del aprendizaje (como Moodle, Blackboard, etc.), el uso de contenidos multi-dispositivo, o sea que sean accesibles desde cualquier dispositivo (ordenadores, tabletas o teléfonos móviles)  y la gamificación de contenidos.
Módulo 4 – Comunicación intercultural: creencias, valores y actitudes en la enseñanza del español

Haciendo referencia a la antropología cognitiva, a la sociología y a la psicología cultural, podemos considerar la cultura como un set, que tiene una base cognitiva (incorporada en cada uno para poderla manejar), una base social (difundida inter-socialmente) y una base comunicativa.
De la unión de estos tres elementos: cultura, aprendizaje y comunicación, nace y se desarrolla la comunicación intercultural, a través de la lengua, que es la pieza clave que los reúne.
Partiendo de la definición de cultura como de una manera de ver e interpretar al mundo, y del hecho de que vivimos en un entorno social (según P. Freire “el ser humano solo tiene sentido en la comunicación”), nuestra identidad es pluricultural, porque tiene que adaptarse a diferentes situaciones, por eso es imprescindible construir la interculturalidad en el aula de ELE.
En primer lugar es necesario crear una cultura compartida en el pequeño grupo de la clase, a través de la construcción de situaciones que favorezcan el respeto, la empatía, la consciencia, la reflexión, el dialogo, la acción. Esto significa formar una comunidad de aprendizaje, que posee una micro-cultura, donde los significados son compartidos.
Por esta razón no se puede hacer coincidir el término cultura con el de nación, para no generar conocimientos estereotipados.
Esta comunidad de aprendizaje podrá desarrollarse:
ü  Dentro del aula, a través de estrategias de interacción, como el aprendizaje cooperativo, para adquirir eficazmente un aprendizaje de lenguas intercultural y el sentido de interdependencia positiva, contra el individualismo y la competitividad.
ü  Fuera del aula, saliendo de ella para aproximarse a la vida de la calle, investigando el entorno real, social y natural, a través del aprendizaje servicio, donde los aprendices  crean y desarrollan proyectos de solidaridad abiertos a las necesidades del territorio, llevándolos a cabo no a pesar de, sino a través de  las asignaturas, como por ejemplo la creación de artefactos, clubs de lectura, experiencias de formación, etc.
ü  Nuevamente dentro del aula, creando y recreando una verdadera comunidad de aprendizaje abierta, incorporando otros agentes, como ciudadanos, personas externas, etc., hasta la adquisición de una competencia intercultural, que va más allá del aula y se convierte en una competencia útil para crecer como personas y construir un mundo mejor.
Naturalmente para alcanzar esa meta, es necesario crear un set de significaciones compartidas, para poder comunicar y una conciencia cultural entorno a la lengua meta. Por eso se trabajará la comprensión, la tolerancia, la aceptación a través del valor de la negociación.
Regresamos así a la importancia de trabajar las dinámicas de grupo para que los alumnos encuentren en la diversidad un enriquecimiento, por eso será necesario crear un entorno positivo, al que ellos quieran pertenecer.
Concretamente será necesario trabajar creando agrupación, haciendo uso de realia, para recrear y simular una comunidad de habla, o trabajar con la imaginación. Como profesores de español no podemos no tener en consideración el hecho de que dentro de este idioma tenemos diferentes comunidades de habla.   
Una de las riquezas y un punto de fuerza del castellano es su gran variedad que se expresa en los acentos, en los modos de nombrar, en las particularidades y preferencias en la conjugación de los verbos, en la riqueza cultural y en tantas otras cosas .Es precisamente esa variedad que hace del español una lengua compleja. Por tal motivo, resulta vital contemplar esa diversidad y familiarizar al estudiante con esta en la clase de ELE.
Esta es una oportunidad potente para que entren en contacto con esas variedades, y, a partir de textos e imágenes, con simulaciones y trabajo con role-play,  exponer a nuestros alumnos a esas diversidades enriquecedoras. El objetivo es establecer puentes, reflexionar, debatir y dialogar sobre la alteridad y sobre los comportamientos humanos. El profesor pero debe estar atento a cómo trabajar ciertos temas sensibles, partiendo siempre de una posición de respeto hacia los valores intangibles y enseñando la tolerancia.
Pasando por la aculturación y asimilación de elementos de las demás culturas, y la relativización de la cultura de origen, se llega al plurilingüismo y a la pluriculturalidad, que se puede comparar a un caleidoscopio, o sea la conciencia de que nuestra identidad es compleja por estar compuesta por una miríada de elementos.  Cuanto más tomamos conciencia de que cada uno de nosotros es un caleidoscopio de identidades, más  descubrimos que se amplían nuestros campos de intereses, más crece nuestro universo de identidades.

Por eso los profesores de ELE, trabajando valores, como la tolerancia, la solidaridad, la empatía, etc., a través de actividades de descubrimiento y de producción original, de manera implícita o explícita enseñamos ciudadanía, o mejor dicho, no somos solo docentes, somos educadores. 
Módulo 3 – Motivar al alumnado de español

“El éxito en el aprendizaje de una lengua extranjera depende menos de materiales, técnicas y análisis lingüísticos y más de lo que sucede dentro de y entre las personas en el aula”.
Esta afirmación  de Earl Stevick nos introduce a lo que está a la base de la motivación, ya que está demostrado científicamente la importancia del componente afectivo en un aprendizaje efectivo. Lejos de oponerse a la dimensión cognitiva,  trabajar el componente afectivo la potencia, dado que  se producen sustancias neuroquímicas que facilitan la memoria, haciendo el proceso de aprendizaje más eficaz y duradero.
El punto de partida es considerar al alumno como un todo constituido de aspectos cognitivos, afectivos y físicos. Su motivación depende de las evaluaciones que hace de la situación del aprendizaje de la lengua, según 5 aspectos (Schumann):
ü  Que la tarea sea novedosa, pero también algo familiar;
ü  Que produzca agrado;
ü  Que sea adecuada a sus intereses y a sus objetivos;
ü  Que sea algo que puede manejar;
ü  Que sea compatible con su autoimagen y con las normas socio-culturales.

Si consideramos la dimensión ENTRE, el buen profesor de ELE tiene que trabajar la dinámica de grupo, favoreciendo la creación de una atmósfera emocionalmente segura y relajada, una interacción efectiva y el desarrollo del sentimiento de pertenencia. En primer lugar es el docente que con su actitud positiva y acogedora, con su entusiasmo, crea un a ambiente afectivo que ayuda al alumno a aprender y a compartir algo de sí con los demás.
El papel del profesor es fundamental porque,  a través de sus comportamientos de confirmación, transmitiendo un sentimiento de confianza, sonriendo y manteniendo el contacto visual, haciendo caso al alumno, escuchándole,  haciendo comentarios constructivos, mostrando interés a él como persona, fomenta la motivación.
En cambio la dimensión DENTRO DE tiene que ver con la competencia existencial que incluye actitudes, motivaciones, valores, creencias, factores de personalidad (como por ejemplo la autoestima). Cada alumno tiene una imagen de su yo ideal, que incluye el aprender a comunicar bien en español.
El profesor debe trabajar para reducir la ansiedad, reforzando el autoconcepto y la autoestima, promoviendo el sentido de identidad, fomentando el desarrollo de un autoconcepto positivo, demostrando aceptación del alumno e interés a él como persona, ayudándolo a reconocer sus fortalezas y sus puntos para desarrollar. Es el momento del feedback.  El alumno tiene derecho en saber por qué la tarea ha ido bien o mal, conocer sus puntos de fuerza y los débiles, tomar conciencia de lo que funciona y de lo que no y cómo hacer para que funcione en futuro. Aquí ya estamos en el campo del metacognitivismo, de la reflexión sobre nuestro proceso de aprendizaje,  y aquí regresamos al por qué estudio y al para qué me sirve.
De esta manera el alumno se sentirá valorado en su especificidad, dado que lo que se hace en el aula tiene un sentido personal para él, donde tiene la posibilidad de elegir. El aprendizaje de esta manera es significativo, tiene que ver con su persona y sus intereses: es motivado a aprender y hace todo lo posible para alcanzar esa meta.
Una herramienta para fomentar la motivación en los alumnos nos llega de la teoría de las Inteligencias Múltiples, que nos invita a tener en cuenta los diferentes tipos de inteligencia y consecuentemente a diversificar las actividades y a personalizar.
Un elemento más de tener en consideración es la aptitud lingüística, o sea las habilidades requeridas para comunicar en un idioma, la habilidad auditiva, la habilidad lingüística y la memoria verbal, en particular el profesor puede mejorar en su alumnado la memoria verbal y la habilidad auditiva a través de actividades diseñadas para ese objetivo (repetir, pero sin aburrir).
Por último, para mantener la motivación es necesario favorecer una formación integral o, como la llama Sternberg,  la inteligencia del logro, o sea el desarrollo del pensamiento analítico, práctico y sobre todo el creativo, que es altamente motivador.
Por eso de extrema importancia es la planificación y la secuenciación de las actividades, para que el alumno pueda afrontarlas con éxito, ya que este depende de cómo se organizan las tareas, sin olvidar de involucrar al alumnado.
Claro está que no es suficiente encender la motivación en el momento en el que se presenta una nueva actividad. Hay que mantener y renovar esa motivación a lo largo de un curso o de años. Un recurso para favorecer la dinámica grupal y consecuentemente la motivación en los alumnos es sin duda el aprendizaje cooperativo, a través del cual aprenden a trabajar en manera colaborativa, desarrollando las habilidades sociales y relacionales.
Una vez más se afirma que el papel del profesor es fundamental. Su objetivo no es llenar cabezas con conocimientos y datos, sino educar, es decir, formar personas completas bajo cada punto de vista. El profesor tiene que estar en constante evolución. Debe saber adaptarse a cada grupo y a sus necesidades. No solo debe conocer las metodologías y las estrategias de aprendizaje, sino también debe saber adecuarlas a cada exigencia didáctica.   

En conclusión, la destreza, entusiasmo, personalidad, formación y experiencia del docente sumadas al método usado para enseñar y a su propia motivación ayudan a que la motivación intrínseca y extrínseca del alumno encuentren un punto de equilibrio para construir un aprendizaje significativo de la lengua en el aula y fuera de ella. 
Modulo 2 – El poder de la imagen


Es indudable la importancia que tiene la imagen en nuestra vida, aún más en esta época en la que las generaciones más recientes están tan acostumbradas a la fruición de imágenes que a veces no son capaces de procesarlas críticamente, “beben” literalmente las imágenes sin digerirlas, pensando que todo se para ahí, sin ir más allá de lo que parecen, simples e inocuas imágenes. En cambio la imagen tiene en sí un poder inmenso que bien conocen por ejemplo los publicitarios. Consiguen cambiar las categorías mentales, sin que uno se dé cuenta.

Entonces, ¿qué uso tenemos que hacer en el aula de las imágenes? ¿Tenemos que transformarnos nosotros los profesores en magos de la imagen, para capturar la atención de nuestros alumnos, a lo mejor sin conseguirlo, como en la viñeta? ¿Utilizamos la imagen solo como pedestal a la palabra, que queda nuestra principal arma de enseñanza? ¿O hay algo más?
Estamos todos de acuerdo que una imagen vale más que mil palabras. Una imagen tiene la capacidad de  “resumir instantáneamente lo que a un texto o a un profesor puede llevar horas explicar”, y aún más en nuestra época en la que, gracias a la tecnología digital, disponemos de un gran número de imágenes de toda clase para utilizarlas en el aula.
Ben Goldstein distingue cuatro diferentes usos que podemos hacer de la imagen, desde el más tradicional como ayuda para adquirir una estructura gramatical o un elemento léxico, a la práctica de las cuatro destrezas (comprensión escrita y auditiva, producción escrita e interacción oral, aunque existe también una quinta destreza, o sea la del pensamiento), como elemento para animar la discusión o un debate, y por último como recurso en sí, o sea como fuente de información.

 La misma imagen puede ser explotada a diferentes niveles, y los últimos, más desafiantes, no excluyen los anteriores, aunque el objetivo principal es fomentar el pensamiento crítico y la conciencia intercultural y no la adquisición de reglas gramaticales o de léxico.
Particularmente interesante me parece el cuarto uso que se puede hacer de una imagen, o sea como recurso en sí mismo: en este caso la imagen es el contenido, es input. De esta manera el aprendiz se ve obligado a hacer inferencias, a deducir, a hacer hipótesis, suposiciones, sobre todo cuando el profesor manipula y/o subvierte la imagen para enfatizar algo, que contrariamente se daría por descontado, hasta puede convertirse en un trampolín hacia otras tareas.
El uso de la imagen, de cualquier origen (dibujo, mapa geográfico, foto, vídeo, icono, símbolo, cuadro, imagen mental, mapa mental, etc.) es imprescindible en el aula y tiene una función pedagógica fundamental.
En conclusión querría poner de relieve algunas ideas retadoras para mí y que trato de poner en práctica en mi actividad docente.
La primera es la alfabetización visual, es decir la capacidad de describir una imagen, interpretarla/codificarla, construirla como respuesta. Este es el objetivo de la Media Education. En este sentido el docente, a través del uso que hace de las imágenes en sus clases, ayuda al aprendiz a adquirir esta capacidad, que me parece imprescindible poseer hoy en día  para saber leer la realidad que nos rodea.
La segunda idea para mí innovadora es la de involucrar el alumnado , hacerlos protagonistas, haciéndoles traer a clase sus imágenes y sus vídeos de su vida diaria, y con ellos  abrir el debate sobre el mensaje transmitido, decidir en qué contexto se podrían utilizar, qué texto podrían acompañar, etc., todo esto con el objetivo de crear una mente crítica, de fomentar la curiosidad y el pensamiento independiente; al contrario dejar la mayoría de las herramientas digitales, que no presuponen una participación activa, para el autoaprendizaje.
La tercera idea es el poder que tiene la imagen mental: desde los organizadores gráficos, de los que nos hablaba Analí Fernández en la fase de la conceptualización del enfoque comunicativo experiencial, como recurso para organizar historias, distinguir entre hechos y opiniones y construir conceptos, hasta los mapas mentales, para organizar ideas, conceptos, temas, hechos, etc., para llegar a la imagen mental, que nos ayuda a organizar nuestro pensamiento y a construir nuestras categorías mentales, hasta influir sobre nuestro comportamiento y sobre nuestras relaciones con los demás. 
Cuando nos construimos imágenes mentales negativas, los que se llaman pensamientos saboteadores, tan poderosos que influyen en nuestros sentimientos y convencimientos al punto de creer que una situación es imposible de cambiar, trabajar sobre estas imágenes mentales negativas originadas a menudo de palabras o situaciones problemáticas, bien a través de foros o debates, nos ayuda  a comprender que esa imagen que nos evoca pensamientos negativos se puede cambiar con otra positiva o menos negativa,  ¡hasta mejorar la calidad de nuestra vida! Este uso  tan innovador con respecto al uso de la imagen que hacemos normalmente en nuestras clases, desarrolla muy bien el objetivo de la imagen como recurso en sí mismo.

Este es el poder de la imagen: la de cambiar en positivo nuestro pensamiento, de hacerlo divergente, de no pararse al por qué, sino de ir más allá preguntándose en cambio por qué no. Es otra manera de ampliar no solo los conocimientos sino también las perspectivas.
Módulo 1 – aprender una secunda lengua desde un enfoque comunicativo experiencial


Era la primera vez que entraba en contacto con este enfoque, que me ha conquistado de inmediato, por ser un enfoque holístico e integrador, que pone al centro el desarrollo no solo intelectual, sino también personal del aprendiz.
Me parece interesante sobre todo el punto de partida de este enfoque: la posibilidad de  involucrar a los alumnos partiendo de sus experiencias, de sus vivencias, de cómo se sienten a la hora de aprender, de sus expectativas sobre el aprendizaje, etc.
Engancharlos afectivamente creando un ambiente de aprendizaje positivo y seguro para ellos, donde poder utilizar la lengua sin miedo y en actividades significativas.
La otra cosa interesante de este enfoque, a mi parecer, es el proceso cíclico que está a la base y que consta de cuatro fases igualmente importantes y complementares, según el modelo experiencial de Kolb:
·         Experiencia
·         Reflexión
·         Conceptualización
·         Acción


Un proceso cíclico que tiene en cuenta los diferentes estilos de aprendizaje y la interacción entre aprendices.
Y por último, pero no menos importante, la virtud de la flexibilidad de este enfoque que se puede adaptar a nuestras clases, a nuestros alumnos, a nuestras necesidades, al curriculum, al tiempo que (no) tenemos…, partiendo de las experiencias del alumnado para crear actividades significativas y colaborativas, introduciendo momentos de reflexión sobre su proceso de aprendizaje. Todo esto es garantía de un aprendizaje consciente y controlado.
Profundizando el conocimiento de este enfoque me he dado cuenta de que coincidía, al menos en algunos puntos, con otros enfoques y estrategias de aprendizaje que ya utilizo en mi actividad docente, como por ejemplo el enfoque por tareas o proyectos, cuyo objetivo es aprender a través de actividades significativas, cercanas a las experiencias de  los aprendices, altamente motivantes, que les proporcionan la oportunidad de utilizar la lengua para comunicar realmente y no siguiendo patrones fijos, para llegar a la creación y  producción de materiales relevantes. Una metodología que me parece relacionada  es el metacognitivismo, que  se basa sobre actividades que ayudan al aprendiz a reflexionar sobre qué y sobre cómo aprende, con el fin de darle herramientas adecuadas para que se adueñe de su proceso de aprendizaje, el objetivo es el aprender a aprender. También el empowerment proporciona estrategias para desarrollar la motivación, la autoestima y el liderazgo, con el objetivo de incrementar en el alumno el sentido de pertenencia, de manera que se sienta libre de dar su propia contribución en talentos, en tiempo, en  afecto al resto del grupo, mientras el papel del profesor es el de facilitador, o sea de quien ayuda a los alumnos a desarrollar todas esas cualidades que lo hacen sentir importante para el grupo y que ayudan a crear una comunidad de aprendizaje. 
Así como el hecho de asegurar un ambiente afectivamente positivo y de utilizar estrategias cooperativas, me hacen pensar al aprendizaje cooperativo y a las teorías de Daniel Goleman sobre la inteligencia emocional y la educación a las emociones. Y para terminar me parece imprescindible mencionar la prosocialidad, cuyo objetivo es poner en marcha acciones de ayuda, solidaridad, del dar, del compartir y la cooperación  entre las personas, grupos y sociedades que se implican en ellas como autores o receptores.
El valor añadido del enfoque comunicativo experiencial reside en reunir todos estos aspectos en un único proceso, en el que cada aspecto tiene su justa relevancia, integrándose positivamente como las piezas de un rompecabezas, donde si falta una no se puede admirar el dibujo completo, que en este caso es la educación de alumnos como personas completas, conscientes de sí mismos  y de su manera de aprender.
Por todo lo dicho anteriormente, me parece que el resultado final que se quiere lograr en un aprendizaje comunicativo experiencial es una  sinergia. Este concepto, que procede de un vocablo griego que significa “cooperación”, es utilizado para nombrar a la acción de dos o más causas que generan un efecto  superior al que se conseguiría con la suma de los efectos individuales. La sinergia supone la integración de partes o sistemas que conforman un nuevo objeto. Por lo tanto, existe un rendimiento mayor o una mayor efectividad que si se actúa por separado. Se trata, en conclusión de utilizar todos  los elementos que nos proporciona este enfoque: el valor de la experiencia, el poder de las emociones, la integración de la experiencia con la reflexión, la creación de conceptos generalizados que se puedan aplicar concretamente para asentar las bases de futuros conocimientos, para llegar a un aprendizaje verdadero y duradero para nuestros discentes. Aprender a crear esa sinergia permite a los docentes  llevar un plus en la práctica profesional, con resultados mucho más eficientes y eficaces. Podríamos incluso decir que la sinergia tiene el poder de valorar todos estos elementos y trasladarlos a la sociedad y a la vida humana en general.  


Por eso mismo me parece necesario implementar este enfoque comunicativo experiencial entre los profesores para que la experiencia de uno se transforme en patrimonio de todos, así como hemos hecho en todos estos meses, sobre todo sobre estos temas que tienen que ser conocidos y aplicados por todos los docentes. Yo sueño con una escuela que sea una comunidad educativa, al contrario en la realidad veo muchas veces a nosotros los profesores como a un archipiélago de islas incomunicadas.